Reforma integral de cocinas: cómo calcular el presupuesto
Calculando el presupuesto para la reforma integral de cocinas
La reforma integral de cocinas es una de las obras más importantes que podemos hacer en una casa. No en vano, la cocina es, junto con el salón y el dormitorio, la estancia en la que más tiempo pasamos. En ella cocinamos, comemos, lavamos la ropa, la vajilla, guardamos la comida… su papel dentro de la casa es central, y por ello el desgaste que sufre a lo largo del tiempo es también mayor.
Con el tiempo, realizar una reforma integral de nuestra cocina se vuelve imprescindible. Y en ese momento es cuando surge la pregunta que más tememos: ¿por cuánto? ¿Cuánto dinero es necesario invertir en la reforma integral de cocinas?
Todo dependerá de cómo sea nuestra cocina y en qué estado se encuentren los diferentes elementos que hay en ella. Con una reforma integral de nuestra cocina deberemos garantizar el buen estado y funcionamiento de todos ellos, por lo que la clave es entender de qué punto partimos.
Dentro de la reforma integral de cocinas, las fontanería y la electricidad suelen ocupar un lugar central. Es comprensible: son los elementos que más utilizaremos en la cocina y, por lo tanto, los que estarán sometidos a un mayor desgaste. Pero su buen funcionamiento es imprescindible para que nuestra cocina esté en condiciones. Pueden suponer, fácilmente, alrededor de un 20% del presupuesto.
En segundo lugar en importancia, podemos mencionar el alicatado de suelos y paredes. El coste dependerá del tipo de materiales y los acabados que escojamos, situándose en, aproximadamente, un 15% del presupuesto.
Los muebles y electrodomésticos supondrán el mayor gasto, por supuesto. Una vez más, el coste dependerá de la calidad y estilo de los elementos de cocina que elijamos, pero podemos dar por sentado que este apartado ocupará hasta un 50% del presupuesto, por lo menos.
Las cantidades pueden llegar a ser elevadas, pero debemos tener en cuenta que será una obra hecha para durar. Así, merecerá la pena escoger muebles, electrodomésticos y acabados de la mayor calidad posible. Durarán más tiempo en buenas condiciones, lo que significa que a la larga ahorraremos dinero y no nos veremos de nuevo obligados a reformar nuestra cocina o realizar cambios.
Además de estos apartados, no debemos olvidar los honorarios de los trabajadores, así como posibles gastos no contemplados inicialmente u otros detalles menores. El resto del presupuesto estará destinado a cubrir todos estos gastos, incluidos los imprevistos, que, por desgracia, casi siempre surgen.
Con este sencillo desglose del presupuesto para una reforma integral de cocinas, ya puedes ponerte manos a la obra. Evalúa la situación actual de tu cocina, tus necesidades y los plazos que puedes manejar. Haz números y, ¡a por ello!
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